Nuestros Valores y la Abogacia

La Abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio de fundamental importancia a la Sociedad y existe desde el mismo momento en el que nace la humanidad.

 

La denominación y función de abogado corresponde en exclusiva al Licenciado en Derecho que, incorporado a un Colegio español de Abogados en calidad de ejerciente, ejerce profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos y el asesoramiento y consejo jurídico.

 

Así, la función originaria y primordial de la Abogacía es la de hacer posible el ejercicio, por todos los ciudadanos, de la defensa de sus derechos reconocidos constitucionalmente, mediante la aplicación de las leyes y la búsqueda incansable de verdadera justicia.

 

Pero debe destacarse, además, otra función social básica,  principal e invaluable del abogado: la preventiva. Con su asesoramiento y una correcta redacción de los contratos y documentos, pueden evitarse conflictos que afectan gravemente a la  sociedad, de forma que el abogado, más que para los pleitos o juicios, trabaja para no llegar a ellos mediante su importante labor de mediación  y de búsqueda de medios alternativos al judicial para la resolución de los conflictos ya surgidos. De esta forma el abogado contribuye muy significativamente a la paz social.

 

Que la función del abogado sea encontrar la justicia para resolver los conflictos que surjan entre los ciudadanos y entre estos y el Estado y que, junto a  su labor preventiva, contribuya a una armoniosa y pacifica convivencia social, que es requisito indispensable para la existencia misma de la Sociedad y de la posibilidad para los ciudadanos de desarrolla libre y felizmente su vida en ella, enaltecen a esta profesión y es lo que despertó  y motiva nuestro deseo de formar parte de ella.

 

La principal motivación de Leaño & Bonifacio Abogados  es la de poder contribuir a la administración de justicia por medio de la resolución de los conflictos que surjan, tanto judicial como extrajudicialmente, mediante un servicio de calidad en las áreas de especialización del despacho y una total implicancia y dedicación para solucionar los problemas de nuestros clientes.

 

Nuestro objetivo es asegurar y garantizar la calidad en el servicio en todos los procesos y en todos los aspectos,  obteniendo así la satisfacción total y optimizada de los intereses de nuestros clientes.

 

Este último es, para nosotros, de una importancia vital, porque cuando un abogado ejerce esta carrera con la vocación y pasión con que la ejercemos nosotros solo podemos agradecer que un cliente acuda a consultarnos, porque nos brinda la posibilidad de conseguir dos fines que son pilares fundamentales e ineludibles para los abogados de este despacho:

  • El primero: uno particular: es la defensa de los derechos de una persona, una persona que tiene detrás suyo una familia, un trabajo, una vida, que seguramente no puede desarrollar felizmente por las preocupaciones y conflictos que derivan de su problema jurídico. Por eso, cuando una persona nos expone su problema, sabemos que es importante para él y así lo entendemos y sentimos nosotros también y nos invade una empatia que nos lleva a comprometernos e implicarnos totalmente con la causa del que ahora, es y seguirá siendo, aun después de concluido el asunto, nuestro cliente.
  • El segundo: uno común y general:  Montesquieu dijo:

“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”

Antes de decidir ser abogados esa idea ya estaba en nuestro ser. Sabíamos que la lucha contra la injusticia es tarea de todos y no solo de quienes la están padeciendo y que con esta lucha, haríamos de este mundo un lugar mejor, no solo para nosotros, sino, y mas importante aun, para nuestras posteridades. Con esta idea nació en nosotros la vocación de ser abogados.

 

Cuando solucionamos el problema jurídico de un cliente  aportamos para dar solución a problemas jurídicos de muchas más personas también, lo que convierte a ese cliente en una oportunidad de conseguir aquello que nos impulsó a ser abogados y que trasciende de ese fin particular para convertirse en el fin superior y comun: hacer justicia para toda la sociedad.

 

La satisfacción de esa persona, ese cliente, el haberlo ayudado no solo en el aspecto jurídico, sino también, en otros aspectos de su vida, probablemente mas importantes que aquel y la trascendencia que esa solución jurídica tiene en la sociedad, son el alimento del alma de este despacho.

 

                Para eso trabajamos y por eso somos… Abogados